La Reserva Marina de Galápagos (RMG) no solo es un santuario globalmente reconocido por su biodiversidad única, sino también un campo de batalla para las políticas de conservación marina. Una de estas políticas clave ha sido la prohibición del uso del palangre, establecida para proteger especies vulnerables de la amenaza constante de este arte de pesca no selectivo y agresivo con especies vulnerables. Esta medida enfrenta ahora presiones que amenazan con revertirla, lo que podría tener consecuencias devastadoras para el ecosistema marino.
El uso del arte de pesca conocido como “palangre” está prohibido dentro de la Reserva Marina de Galápagos por Acuerdo Ministerial 173 del 08 de diciembre del año 2008. Nunca ha existido autorización por parte de la autoridad ambiental, ni del Consejo de Gobierno para su uso, sin embargo, esto no ha detenido a varias propuestas que buscan que el palangre se apruebe nuevamente en nuestra reserva que es Patrimonio Natural de la Humanidad. La última que también busca esto, ha sido una propuesta por palangreros respaldada por el documento de revisión académica “Addressing illegal longlining and ghost fishing in the Galapagos marine reserve: an overview of challenges and potential solutions” (Abordando la pesca ilegal de palangre y la pesca fantasma en la Reserva Marina de Galápagos: un resumen de retos y posibles soluciones, en español). En este estudio, creado por Castrejón y Defeo (2024), discuten los retos de la sobreexplotación en Galápagos y sugieren que el desarrollo de una pesquería de atún en aguas abiertas podría ser una solución. Sin embargo, reconocen que esto ha llevado a un incremento en el uso del palangre, actualmente prohibido en la reserva y argumentan que esta propuesta busca reconciliar la conservación con los intereses económicos locales, argumentando que podría desplazar el esfuerzo pesquero de las áreas costeras sobreexplotadas a zonas más profundas, potencialmente reduciendo la presión sobre las especies costeras vulnerables.
Por otro lado, Alex Hearn y Santiago Bucaram (2025), científicos expertos en el tema, han respondido críticamente a esta propuesta, enfatizando que la legalización del palangre no es una opción viable para la Reserva Marina Galápagos, subrayando la importancia de la prohibición existente y destacando cómo ha ayudado a la recuperación significativa de especies clave como los tiburones martillo, con un aumento notable en su abundancia desde la implementación de la prohibición. Critican la noción de que una nueva pesquería podría aliviar la presión sin considerar los impactos colaterales, argumentando que tales cambios podrían, de hecho, intensificar el uso ilegal del palangre y aumentar la presión para derogar su prohibición.
Más allá de la controversia sobre el palangre, Hearn y Bucaram también destacan alternativas económicas sostenibles para una gestión pesquera más sostenible en el debate actual sobre si se debe permitir el uso de palangre nuevamente en Galápagos. Sugieren fortalecer las políticas y regulaciones existentes, incrementando las sanciones para combatir la pesca ilegal. Además, recomiendan invertir en programas de educación y sensibilización que promuevan prácticas de pesca sostenibles entre las comunidades locales, postulando al fondo de canje de deuda por naturaleza que administra Galápagos Life Funds y que actualmente ha abierto convocatorias a proyectos que potencien la sostenibilidad de las islas.
Hearn y Bucaram, se basan en estudios para mostrar que Galápagos es la peor provincia de Ecuador en cuanto a índices de obesidad, sobre todo entre niños, y los residentes consumen “sorprendentemente poco pescado” (Freire et al. 2018), proponiendo que las fibras de pesca podrían re-orientar sus esfuerzos hacia mercados locales, solucionando problemas de seguridad alimenticia al cambiar de una economía de exportación hacia una economía isleña, creando un programa provincial de almuerzos escolares, liderado por la misma comunidad pesquera. Incluso sugieren que se adopte un sello de trazabilidad, vinculado a un programa de observadores pesqueros, y prohibir la importación de pescado a Galápagos, y que en las islas se debería trabajar en la creación de sociedades entre pescadores, restaurantes, barcos de crucero, y en sumar valor agregado a productos provenientes de una pesca sostenible, sumando actividades que incluyan expediciones científicas, limpiezas costeras, y programas educativos, para asegurar tanto la conservación marina como la seguridad alimentaria local, luchando así contra las necesidades más amplias de la comunidad isleña y su biodiversidad.
La prohibición del palangre en la Reserva Marina Galápagos es una medida esencial que refleja un compromiso con la sostenibilidad y la conservación a largo plazo. Es crucial que continuemos apoyando y fortaleciendo estas políticas para proteger la biodiversidad única de Galápagos. La comunidad internacional, junto con científicos y legisladores, debe trabajar unida para asegurar que las decisiones políticas reflejen esta prioridad y protejan este invaluable patrimonio natural para las generaciones futuras.
Además, es sumamente importante resaltar que la Constitución del Ecuador establece los derechos de la naturaleza y obliga al Estado a tomar medidas precautorias para actividades que pueden suponer una amenaza a sus ecosistemas. Es fundamental contar con fuertes restricciones pesqueras para mantener el estatus de Galápagos como Patrimonio Natural de la Humanidad de la UNESCO. Flexibilizar o eliminar la prohibición del palangre podría ser cuestionado en las cortes bajo fundamentos constitucionales, por esta razón, también nos unimos a la petición firmada por organizaciones nacionales e internacionales donde brindamos una visión alternativa que tampoco contempla la exportación masiva del atún y por lo tanto, elimina el incentivo de usar artes de pesca no permitidas. El modelo plantea adecuar el esfuerzo de pesca hacia las oportunidades y necesidades locales, y satisfacer ciertas necesidades que tiene la RMG:
Alternativas para el palangre
- Aceptar y abrirse a la opción de que existen alternativas además del palangre para la pesca del atún, que además son efectivas y probadas ya en otras partes del mundo, además de venir con un sello de trazabilidad que le da un costo invaluable al producto de la pesca; estamos hablando de la pesca con caña, una gran opción para Galápagos.
- Se debería adecuar la normativa para poder reducir paulatinamente el esfuerzo de pesca (en número de pescadores, pero sobre todo en número de embarcaciones). Es decir: si pescadores o embarcaciones dejan la actividad, no permitir que entren otros para reemplazarlos, hasta llegar a un número óptimo de pescadores y embarcaciones (que el modelo adoptado determinará).
- Para los botes de pesca, de los cuales se estima que hay alrededor de 15 activos, explorar la factibilidad de ofrecer como concurso competitivo las siguientes actividades:
- Botes dedicados a la investigación/filmación
- Botes dedicados a la limpieza costera
- Proyecto instalación de fondeaderos en sitios de visita,
- Bote escuela
- Desarrollar plan de un de recuperación de las principales pesquerías de exportación: langosta espinosa y bacalao, sin que esto implique el cese o la pausa de dichas pesquerías.
- Adoptar un nuevo modelo para la pesca en Galápagos que anteponga las necesidades isleñas a los intereses externos.
- Transformar la pesca en Galápagos, asegurar la alimentación de los niños de la provincia, y brindar ciertos servicios marinos a las islas que son esenciales, al mismo tiempo reduciendo el nivel de conflicto en otras temáticas de la RMG, como puede ser la zonificación.
- Mecanismos de financiamiento externos (ej: Blue Planet Fund, Blue Action Fund) e internos (ej: GLF) con un enfoque de economías sostenibles y economías de la conservación quienes podrían brindar el acompañamiento necesario para hacer realidad esta transformación.
- Conformar un grupo de expertos en economía, marketing, planificación, legislación y participación ciudadana para realizar una pre-evaluación del modelo propuesto, y de elaborar a grandes rasgos las alternativas dentro y fuera de la pesca, para formar un plan estratégico y financiero para su implementación.
Solicitamos al Gobierno de la República del Ecuador enterrar al palangre de manera definitiva como posible opción para ser utilizado dentro del PATRIMONIO NATURAL DE LA HUMANIDAD, y pedimos abrir las puertas a las innumerables posibilidades presentadas por expertos. El futuro del planeta y la humanidad depende enteramente de la existencia de ambientes sanos y equilibrados, sobre todo marinos, para el combate y la mitigación de la crisis climática. Nuestra resiliencia y supervivencia depende de ello.